"La lucha continua"
Atelier de l'Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts, Atelier de l'Ecole Nationale Supérieure des Beaux-Arts
Normal 0 21 false false false FR X-NONE X-NONE /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tableau Normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Calibri","sans-serif"; mso-bidi-font-family:"Times New Roman";} La Escuela de Bellas Artes, ocupada desde el 14 de mayo de 1968, se convierte en un eje indispensable de las protestas estudiantiles y en el centro neurálgico principal de la creación de carteles. El paso de la técnica de la litografía a la serigrafía y a la impresión offset permite un rápido incremento de las tiradas: casi 3 000 ejemplares al día. Una energía intensa embarga este lugar, donde se dan cita artistas, estudiantes, curiosos y trabajadores que desean formarse en las diferentes técnicas, todo en un ambiente caótico en apariencia, pero que sin embargo revela una minuciosa organización en la realización y la difusión de carteles. Los proyectos elaborados de forma colectiva se presentan y analizan durante una asamblea general diaria marcada por los eventos del momento. El movimiento exige el anonimato. Surge un estilo propio: económico, directo, monocromático, de gran impacto en la forma y el eslogan. Como el taller de la Escuela de Bellas Artes solo producía carteles anónimos, los artistas que deseaban participar en el movimiento y desmarcarse estilísticamente del mismo no tenían cabida ahí. La librería-galería La Hune, situada en el Boulevard Saint-Germain, se convierte en su escaparate; sus paredes se cubren de dibujos en apoyo de textos literarios militantes.